1 – Un hombre valioso
siempre guía las interacciones
No creo haber visto jamás a un hombre preguntar a la mujer
de qué le gustaría hablar. La mayoría de los machos alfa típicamente conducen
cada interacción y controlan la escena.
En contraste, un macho beta está constantemente frustrado
sobre qué decir y cómo decirlo. Como un macho beta no siente mucho valor
propio, sentirá como que tiene que “convencer” a la mujer de gustarle la
conversación.
Hablará con tartamudez y sonará poco auténtico, porque
conscientemente está luchando para encontrar lo que él “cree” que son las
mejores palabras. No puede simplemente decir lo que le plazca, porque no es
capaz de ver el mérito de que alguien converse con él, sólo por el placer de
hacerlo.
Él lidera la conversación sin siquiera intentar liderarla, y
la mujer con quien habla incluso podría sentirse insegura y nerviosa sobre qué
y cómo responderle.
2 – A un hombre
valioso no le importa el resultado, sólo disfruta el momento-
Como un hombre valioso entra en cada situación sintiéndose
victorioso, no necesita un resultado particular para validar su autoestima. Él
es humano y propenso a fugaces momentos de duda, pero el 90% de las veces, se
despierta y se acuesta con la misma sensación de satisfacción.
Gracias a esa constante sensación de gran valor, él no se
preocupa por cómo “va” la interacción; él conoce su valor, sin importar las
circunstancias, así que los momentos finales no les preocupan.
Por otro lado, un hombre de poco valor, no tiene la
suficiente confianza para simplemente perderse en la euforia del presente.
Ellos lamentan el pasado y temen el futuro. No son amos del tiempo sino
esclavos de él.
Su falta de auto valoración los lleva a la desesperada
búsqueda de validez de un eventual resultado placentero, y por eso, se pierden
el disfrute de simplemente dirigir la conversación en primera instancia.
En consecuencia, tienden a hacer algunos intentos por
cortejar a la chica y de cierto modo comprar su interés y afecto.
A un hombre valioso típicamente no le importa el resultado;
en su lugar, intenta disfrutar cada interacción y permanece en el presente. Él
no depende de ningún resultado y no le importa mucho si le gusta a la chica o
no.
Un hombre valioso emana una verdadera y entrañable
apreciación por la vida misma, y por ende, las mujeres se sentirán atraídas por
esa calidad que parte del deseo de obtener más de la vida.
Un hombre confiado y valioso, está publicitando
inconscientemente su satisfacción por su propia existencia; esto hace que las
mujeres deseen con indulgencia estar en la vida del hombre valioso. Eso les
permite absorber un poco de esa confianza que sale de esa aparentemente
infinita piscina de satisfacción.
Una mentalidad de abundancia dentro del hombre valioso, sabe
que hay más que suficientes mujeres allí afuera, entonces, nunca siente la
necesidad de esforzarse en una chica específica.
3- Un hombre valioso
dice lo que piensa sin miedo al rechazo o a ser juzgado–
Hay muchos hombres por ahí que reprimen sus palabras y temen
decir lo que piensan porque asumen que a una chica no le gustará o quizás
incluso lo rechacen por eso.
Un hombre poco valioso, como ya dijimos, tiene una
autoestima inestable; y por ello, tiende a basar su sentido de valor interno,
proporcional a la aceptación que percibe inmediatamente de la mujer con quien
habla.
Sus momentos de satisfacción sólo duran lo que le es
“permitido” por la percepción de otra persona, y de cierto modo, lo sabe; por
eso, vive en constante temor del juicio y el rechazo.
Intentan modificar la realidad de la chica, y en el proceso,
terminan pareciendo falsos e irreales. Todo lo que dicen y hacen está cubierto
por una capa de inseguridad que mendiga apreciación.
Incluso el hombre poco valioso puede decir y hacer lo mismo
que el hombre de valor, pero si es producto de su miedo al rechazo, llevará un
tono mucho menos atractivo.
Por otro lado, al hombre valioso, en realidad no le preocupa
mucho lo que la chica piense y siempre dicen lo que se les ocurre de cualquier
forma.
Verás, ellos no temen ser rechazados o juzgados porque
básicamente no ponen a la chica en un pedestal. A diferencia del hombre de bajo
valor, él no vive por la atención de las chicas; él vive para vivir como le
plazca… Ni más ni menos.
4 – Los hombres
valiosos no les dan importancia a las chicas porque sean atractivas –
Y creo que este punto también es muy válido. Si lo piensas,
muchas de las chicas atractivas que hay no han tenido que esforzarse en lo más
mínimo para tener ese físico. La mayoría fue por suerte genética; sin embargo,
muchos las tratan como diosas sólo por ser bonitas.
Muchos hombres rechazan conscientemente largas listas de
razones legítimas para evitar a una chica con características destructivas,
sólo porque está “buena”.
Muchos estarán tan enceguecidos por el físico que llegan
incluso hasta iniciar una vida entera con una mujer sólo por su apariencia.
Y cuando la belleza se desvanezca, no habrá nada más
ocultando la completa falta de razones legítimas para seguir con esa mujer, no
dejando otra cosa más que el gran vacío de pérdida de tiempo, energía y dinero.
Un hombre valioso no pone a una chica en un pedestal sólo
porque es linda. Él sabe que hay más que suficientes mujeres bellas ahí afuera
y tan sólo ser bella no es suficiente hoy en día.
La autoestima de un hombre valioso es estable, y
probablemente entiende que la apariencia física es cualquier cosa menos estable
o permanente.
La apariencia física puede cambiar drásticamente en un día,
y está garantizado que se deteriora con la edad; es simplemente la ley de la
vida, y cada uno de nosotros vive y muere por ella.
Un hombre valioso no fundamenta su valor ni el de nadie más
en la apariencia física. Para un hombre de bajo valor, cuya felicidad es
inestable e insegura, algo tan efímero como la apariencia física es suficiente
para merecer adoración.
Una chica necesita que su personalidad se asimile a su
apariencia, de lo contrario sería una rosa con aroma putrefacto.
5 –Un hombre valioso,
valora su tiempo y su vida.
¿Has visto hombres que cambian sus planes en un santiamén
para ajustarlos a los planes de una chica? Bien, ese es un comportamiento de
muy bajo valor porque si cambias tu vida para cumplir las exigencias de una
chica, entonces básicamente ella tiene todo el poder. Eventualmente, también le
darás el poder de rechazarte.
Un hombre valioso aprecia cada segundo de su vida, a veces
incluso más valioso que el dinero. Él escoge intencionalmente cuánto de su
tiempo pasará con algo o con alguien, y jamás lo sacrificará por algo tan
superficial como “gustarle a alguien”.
Si él sacrifica tiempo por una mujer, bien sea para el
disfrute mutuo, o por bondadoso. Sin embargo, jamás, sacrificará su tiempo sólo
para que esa mujer tenga una mejor opinión de él.
Un hombre valioso nunca cambia sus planes; en su lugar, él
consigue que la chica reacomode sus planes para ajustarse a las necesidades de
él. Él siempre es el líder, nunca el rebaño.
Por otro lado, un hombre de poco valor está dispuesto a
sacrificar todo su día y toda su noche para gustar a chicas que ni siquiera ha
conocido.
Nunca hará planes sustanciales para mejorarse a sí mismo
como persona o para disfrutar algún aspecto de la cultura que lo rodea, pero se
obsesionará sobre qué decir o cómo vestir para llamar la atención.
Saldrá en un día hermoso con el único propósito de esperar
que alguna chica lo mire, y perderá horas de sueño por estar en la calle de
noche con la esperanza de conquistar a alguien.
6- Un hombre valioso
nunca persigue a una chica, se queda en su territorio y hace que ella venga
hacia él.
La mayor clave para ser un hombre valioso está en cómo
controlas tus emociones cuando estás con una chica. Un hombre valioso nunca
persigue a una mujer bajo ninguna circunstancia. Desde luego que le demuestra
que tiene interés en ella, sin embargo, nunca se pasa de la línea.
Veámoslo desde la perspectiva del mercadeo. Ya comparamos al
hombre valioso y al de bajo valor con el platino y las joyas falsas; el primero
puede simplemente sentarse y que la gente luche para ganárselo, mientras que el
otro requiere toneladas de desesperación y una larga charla de ventas para
aparentar que vale la mitad de lo que marca la etiqueta del precio.
Un comerciante alfa no necesita ir de puerta en puerta para
ganar el dinero del mes. Lo más probable es que en primera instancia, el
comerciante alfa ni siquiera tiene que involucrarse directamente en el negocio
para hacer dinero.
La calidad de su producto/sitio web/blog es suficiente para
generar un flujo constante de clientes, desarrollando una gran reputación y
quedarse con el dinero que fluye de boca en boca
La gente que nunca antes ha visto o escuchado del producto
es capaz de percibir que vale mucho, y les intriga saber más.
Esos productos típicamente aparecen en los primeros
resultados de Google cuando se les busca, y los buscan muchísimo. Mientras no
sean descontinuados por el fabricante, seguirán produciendo ganancias; este es
el hombre valioso.
El hombre de poco valor es el producto de un infomercial que
hace que la gente quiera cambiar de canal. Una persona es bombardeada con
correo no deseado, ventanas emergentes y todo tipo de tácticas invasivas para
meterle el producto por los ojos.
El hombre de bajo valor es un producto sumamente disponible
a cualquier hora del día y de la noche, y aun así sorprendentemente no parece
haber mucha gente interesada en él; éste es el hombre de poco valor.
El hombre valioso no tiene que “presionar” para conseguir lo
que quiere. No tiene que promocionarse o tener un “truco” porque siempre lo
buscan sin tratar de ser encontrado.
Mientras más alto el sentido de valor interno y de
propósito, mayor será el precio de la etiqueta y más “exclusivo” parece ante
las mujeres que lo observan tanto en persona como online. Él se mantiene firme
y permite que la mujer lo aceche más.
Cuando te vuelves muy ansioso, básicamente estás entregando
el poder y demuestras a la chica que eres como los millones de hombres que
harían cualquier cosa por cortejarla.
Te conviertes en el infomercial, el correo no deseado, el
aviso basura, el comercial de YouTube, esa cosa que suplica por atención y que
sufres soportándola con la esperanza de no tener que volver verla nunca más.
Esta es la realidad del macho de poco valor, y si nunca
tiene la suficiente confianza como para creer en su propio valor, sin
promocionarse a sí mismo de forma agresiva a cada mujer que pase, siempre será
su realidad.
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