Ya sea consciente o inconscientemente las mujeres siempre nos están evaluando, las pruebas femeninas son
un viejo mecanismo evolutivo para seleccionar los mejores genes y asegurar una
potencial o posible descendencia. Muchos estudiantes de seducción simplemente
se quedan esperando las pruebas y respondiéndolas como si tiros desde el punto
penal les cobraran. La idea de algunos autores, y que comparto, es que las
pruebas deben ser más al modo de un partido de tenis que de una ejecución, en
el partido de tenis tú das y respondes, no solamente estás pendiente de forma
pasiva a ver qué te dicen o hacen, sino que tú también te conviertes en un
selector de la mejor mujer posible.
En el 90% de los casos (no es una cifra científica ni mucho
menos) las mujeres probarán a un hombre en las primeras citas, con los
siguientes objetivos:
1. Si la tomarás en serio.
2. Cuán necesitado estarás de atención (recuerda aquello de
que el que muestra el hambre no come).
3. Ver cuánto control puede ejercer sobre ti y en una
probable relación.
Uno puede pasar estas pruebas que las mujeres ponen, así
como uno mismo puede poner ciertas pruebitas, pues uno tampoco quisiera
encontrarse con una mujer que no se toma las cosas en serio, poco seria,
necesitada, controladora, sin carácter, interesada, perezosa, mediocre o loca
(estás últimas aún mucho más difíciles de identificar).
Muchos hombres han
sido dejados por ser “demasiado buenos”, les han dicho “es mejor que solo
seamos buenos amigos” o “te quiero tanto que no quiero perderte, por eso sólo
quiero que estemos como amigos, no arruinemos esto con cosas demasiado profundas”.
En muchos de estos casos la cosa se reduce a que estos hombres no han podido
reconocer cuándo estaban siendo puestos a prueba o no han podido aprender cómo
responder.
Las mujeres hacen
pruebas porque buscan dos atributos: fortaleza y certeza. Una de las
primeras cosas que buscan las mujeres en un hombre es seguridad, la sensación
de que alguien es más fuerte de lo que ellas son. Cuando pones a una mujer en
su lugar, cuando pones reglas y límites para definir la relación, esto le envía
el mensaje de que puede relajarse cuando está contigo y sentirse cómoda y
segura.
Esta búsqueda de seguridad es la razón más importante por el
cual ella te prueba.
El otro factor es la ambivalencia, o lo que se ha llamado el
síndrome de “ilústrame cómo sería la cosa.” A menudo puedes encontrar que una
mujer no se siente atraída hacia ti en la forma física y apasionada que tú
desearías. Quizá no eres el prototipo que ella está buscando físicamente, quizá
ha sido herida en una relación, o quizá hay otro candidato que compite contigo
por esa mujer y tú no lo sabes.
Como quiera que sea, tú puedes saber cuándo sucede esto en
el momento en que escuchas a alguien decir algo como “Bien, me gustaría salir
contigo el próximo viernes, pero por qué no me llamas en la tardecita del
viernes para confirmar.” Como que le gustaría salir contigo, pero no está tan
segura. Personalmente tengo esta creencia: cuando quieren salir contigo
simplemente lo hacen, pueden haber imprevistos, ciertamente, pero lo hacen,
llegan tarde, lo que sea, te llaman y puedes sentir una disculpa honesta, y
terminas viéndola. No es algo de “si no tengo nada que hacer y me aburro sola
pues nos vemos.”
La mejor forma de
lidiar con estas pruebas es hacerlo desde una posición de poder. Hay un
concepto en el Jeet Kune Do, el gran estilo de artes marciales desarrollado por
Bruce Lee, que dice que cualquier arma que se atraviese en tu camino para
atacarte es sólo un buen objetivo para destruir. Desde esta perspectiva un
ataque, más que algo para temer, es una oportunidad maravillosa para PATEAR
ALGUNOS TRASEROS.
Las pruebas son UNA
OPORTUNIDAD, para establecer respeto e incrementar de forma exponencial su
interés hacia ti. Recuerda no es simplemente recibir balonazos a ver si te
hacen gol, es mostrar cuán buen arquero eres e intimidar a los delanteros,
iniciar un contra ataque al área contraria que está sola. En lugar de
preguntarte “oh, por qué ella me dice esto” o “qué hice mal” o “será qué
respondí bien” piensa en “vaya, una oportunidad para mostrar carácter.”
Tu actitud debe ser que cada comportamiento grosero o
desagradable de ella, cada prueba es una oportunidad valiosa para ti de:
1. Establecer respeto
2. Incrementar su interés hacia ti
3. Intensificar su deseo de complacerte
Cuando la pones en su sitio, desde ese mismo sitio ella
vendrá a ti.
Ahora bien, tampoco estoy hablando del macho que hace un
escándalo porque su mujer llegó 10 minutos más tarde a su cita, ese no es el
mejor ejemplo a seguir. Este hombre sólo está enviando un mensaje: “no me puedo
controlar a sí mismo”. No estoy diciendo que no te enojes, o que no expreses tu
molestia, solo no te vuelvas una bestia impulsiva e histérica.
Otra cosa que no funciona es actuar como un hombre herido,
de esos que dicen “cómo pudiste hacerme eso”, o “pero me habías dicho” o “yo
pensé que teníamos algo”. Tú tienes que estar calmado y centrado y partir de la
posición de TÓMALO O DÉJALO. Eso hace parte de una actitud o marco mental que
se llama VOLUNTAD DE ALEJARSE DE ELLA SI TIENES QUE HACERLO.
Atento a esto: Una
mujer sólo mostrará verdadera pasión por ti si en algún nivel ella siente que
puede perderte. Cuando muestras esta voluntad de alejarte, y esto funciona
en cualquier área, envía el mensaje de que tú eres valioso, que eres un premio,
y les das una perspectiva de la oportunidad que tienen contigo.
En mi vida he aprendido esa valiosa lección, cuando miras
demasiado a una oportunidad ella se te evade, cuando pareces no buscarla, o
cuando estás dispuesto a irte, ella se acerca.
Tensión de opuestos, o ying y yang, como sea, funciona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario