Las mujeres pueden tener sexo en cualquier parte, en cualquier momento,
y en la forma que ellas quieran.
El problema para los hombres, es que las mujeres no quieren tener sexo
en cualquier parte, en cualquier momento, y de la forma en que nosotros queremos.
Para las mujeres, el sexo viene acompañado de una avalancha de
emociones complicadas y confusas, muchas de las cuales ellas mismas no
consiguen dominar o comprender.
¿El resultado? Es infinitamente más sencillo para las mujeres ubicar a
los hombres en la categoría “amigos” que reconocerlos como amantes.
Si lo analizamos un poco, un amigo hombre, para una mujer, representa
lo mejor de ambos mundos: Ella puede disfrutar de los beneficios de tener un
hombre a su lado —de su fuerza, de sus decisiones sólidas, de sus consejos, de
su lógica, de su sentido común, etcétera— sin los enredos hormonales que el
sexo pone sobre la mesa.
No obstante, los hombres somos distintos: no somos invadidos por
emociones emocionalmente abrumadoras y no recae sobre nuestras espaldas el
absurdo deber de tener que separar la amistad del sexo.
De hecho, para nosotros, es todo lo opuesto. Cuando un hombre gusta de
una mujer, naturalmente querrá expresar sus sentimientos de la forma más
profunda posible —si es sobre una sábana mejor—. Esto es algo natural.
En cambio, ellas rápidamente deberán catalogar cualquier encuentro con
un hombre. ¿Será éste un amante o será un amigo?
Una vez que hayas sido confinado a la “Dimensión de la Amistad”, será
imposible que ella te vea de otra forma.
Desde luego, ella continuará esperando que actúes como sus amantes
—forzándote a pagar sus comidas y pasearla en auto según sus antojos— aunque no
te otorgará los beneficios sexuales que sólo éstos disfrutan.
Muchos hombres creen que al actuar como amigo o consejero de las
mujeres, conseguirán entrar en sus corazones o, aún mejor, en sus alcobas.
Esto puede funcionar bien en las comedias románticas, pero en la vida
real, sólo se dedicarán a jugar contigo. Si eres un “amigo”, ella no te
necesitará para el sexo.
Dicho esto, ha llegado el momento de formularnos la gran pregunta:
¿cómo podemos saber si estamos en la “Dimensión de la Amistad” de una mujer?
Cómo saber si eres sólo un amigo para ella
No eres más que un amigo si...
· Escuchas frases del
tipo: “Puedo hablar de todo contigo”, “Eres verdaderamente un buen tipo”, “Eres
como un hermano para mí”, “Eres mi mejor amigo”, y “Tú me entiendes”.
Definitivamente estás bajo tierra si las escuchas.
· Finalmente juntas el
coraje necesario para invitarla a salir y ella te contesta: “No quiero poner en
peligro nuestra amistad”, “Me gustas demasiado como para salir contigo”, “No
quiero poner en riesgo todo lo que tenemos”, y otras tantas frases nefastas.
· Ella te cuenta sobre
sus problemas con los hombres.
· Te pide consejo acerca
de los hombres que le gustan.
· Te dice con excitación: “Acabo de conocer a
un hombre grandioso”.
Pero, ¿cómo llega un hombre a quedar atrapado en la “Dimensión de la
Amistad”? También es importante hacernos esta pregunta. Hay cuatro razones
principales.
· Ella no se siente
atraída hacia ti
Desde luego, ella te encuentra divertido, encantador, y realmente le
caes bien, pero no consigues hacer temblar su mundo.
Puedes probar con un nuevo corte de pelo, un cambio de vestuario, e
incluso con la reencarnación, pero difícilmente logres tener éxito. No hay
mucho por hacer. No tienes el don.
A veces, las cosas son como son. No es posible que lleves a la cama a
cuanta mujer se cruce en tu camino.
Si ella no se siente atraída hacia ti, entonces tienes dos opciones:
permanecer a su lado como un amigo o alejarte en búsqueda de un territorio más
fértil.
· No tienes los recursos
A la hora de elegir a un hombre para el sexo, son muchas las mujeres
que elegirán al más adinerado. Si no tienes dinero (o si no tienes el dinero
suficiente), es muy posible que seas colocado inmediatamente en la “Dimensión
de la Amistad”.
· Eres un felpudo
Ella te ha relegado al estado de amigo porque eres muy bueno, muy
manejable, y muy obsecuente. Ella sabe que puede contar con tus servicios con
sólo chasquear los dedos.
La sigues a todas partes como si fueras un verdadero perrito faldero.
Intentas impresionarla, y crees que podrás comprar su atención con flores,
regalos y cenas costosas.
Eres una especie de herramienta, y, si le preguntas, ella confesará sus
deseos de castrarte y transformarte en su mejor amiga —para que le cuides a su
gatito persa mientras ella se va a pasar el fin de semana con un motociclista
tatuado—.
· Ella es una traumada (o
"histérica", como prefieras llamarla)
Ha sufrido abusos o ha sido maltratada por los chicos malos con quienes
ha elegido salir —ella se culpa por sus malas elecciones en cuanto al tema
hombres—, de modo que ahora es incapaz de establecer una relación normal con un
sujeto normal.
Estas mujeres son famosas por flirtear agresivamente con los hombres,
para luego reaccionar con horror cuando éstos se les acercan —“Creí que éramos
amigos”, suele ser una de sus frases de cabecera—.
El único tipo de hombre con el que puede tratar psicológicamente una
mujer traumada es el amigo asexuado.
¿Cómo tener la chance de ser más que amigos algún día?
¿Existe forma de escapar de la temida “Dimensión de la Amistad? No es
una tarea sencilla, pero tampoco es imposible. Éstos son algunos consejos:
· Hazte el difícil
Deja de actuar como su cachorrito y no estés disponible las 24 horas
del día. No salgas a socorrerla porque se le ha caído una lente de contacto al
suelo. Espera uno o dos días para devolverle sus llamadas. Debes ser un
desafío, no un felpudo.
· Comienza a verte con
otras mujeres
En otras palabras, hazle sentir celos. Si después de todo ella tiene
algún interés sexual en ti, esto le pondrá los pelos de punta.
· Pídele consejos
relacionados a tus relaciones con otras mujeres
Háblale abiertamente sobre otras mujeres y de lo calientes que éstas
son. Pídele consejo sobre lo que las mujeres quieren de un hombre y acerca de
cómo acercarte a estas mujeres.
· Dile que sólo quieres
ser su amigo
Las mujeres no son estúpidas y saben cuándo un hombre quiere llevarlas
a la cama. En consecuencia, rechaza su sexualidad antes de que pueda considerar
la ecuación. Para ello, dile desde un principio que sólo quieres ser su amigo.
· Trátala como tu novia
Después de un tiempo, comienza a tratarla como si fuera tu novia.
Llévala a lugares románticos, pon tu brazo rodeando su cuerpo, etcétera.
Si ella responde románticamente, adopta una actitud desafiante. Esto
quiere decir que la mantengas desequilibrada.
Representa un desafío constante. Sé impredecible. Oblígala a adivinar.
Nunca le hagas pensar que te tiene por los cojones. Existe una gran diferencia
entre quererla y necesitarla.
Ella reaccionará muy distinto si cree que podrías dejarla de un momento
a otro por otra cara bonita.
¡No le digas amiga! Especialmente si quieres tener una relación con ella y salir de la “zona de amigos”
¡No le digas amiga! Especialmente si quieres tener una relación con ella y salir de la “zona de amigos”
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